domingo, 31 de marzo de 2013

Ruta circular El Berro-Fuente Blanca-El Berro

Hola, soy Tico, el pasado 9 de marzo di un paseo por Sierra Espuña con mis amos, su sobrina Ángeles y una extraña manada de bípedos denominada Rajoterapia (entendí algunos nombres, como Pepe (el macho alfa de Ángeles), Mati, Miguel, Juan Ignacio y Pedro). Ésta es la crónica de ese paseo (no incluye fotos porque los perros no tenemos cámara fotográfica, aunque sé que un bípedo llamado Toni sí hizo fotos).

Empezamos el paseo a eso de las 9:45 en el parking de El Berro, con un tiempo muy divertido, ratos con nubes, ratos soleado, algunas rachas de viento e incluso algo de lluvia. Algún bípedo dijo que parecía un tiempo británico, que no sé qué es lo que quiere decir.

Tras una subida inicial que puso a pruebas nuestros pulmones, llegamos a un terreno vallado, con una puerta que había que abrir para entrar al espacio natural protegido, no entiendo esta manía de los bípedos de ponerle puertas al campo... Tras volver a pasar por otra puerta llegamos a un barranco pedregoso donde nos separamos temporalmente en dos grupos, la mayoría bajó por un sendero y mi amo, dos machos beta de la manada Rajoterapia (Mati y Pedro) y yo tomamos un atajo, bajando directamente por el barranco.

Tras juntarnos de nuevo y una pequeña ascensión, llegamos a una senda forestal que nos condujo hasta una casa, en cuyo porche tomamos un pequeño almuerzo para retomar fuerzas. Tras la senda, una pista forestal en la que vimos juncos. Como buen perro sé que eso implicaba la cercanía de una fuente de agua pero como mis amos llevaban una cantimplora para mí, no me molesté en buscar el agua. E hice bien, porque enseguida llegamos a Fuente Blanca, donde pude beber agua fresquita y los bípedos llenaron su cantimplora, antes de iniciar la bajada por una senda que atravesaba el valle de Leiva (donde vimos a bípedos haciendo escalada, están locos estos humanos), senda en la que el pequeño amo encontró un esqueje de arce justo a la altura del pozo de nieve de Leiva, en el que tomamos una pista forestal que nos llevó hasta el barranco de las Brujas.

Allí yo estaba cansado de tanto andar (anduvimos unos 15 kilómetros en total), así que el pequeño amo me cogió en brazos para hacer el pedregoso tramo final del paseo, que nos llevó hasta un bar del camping de El Berro, adonde llegamos sobre las 15:30, bar en el que comimos, yo bebí agua y los bípedos diversas bebidas con gas (unas dulces y otras alcohólicas), están realmente locos estos humanos.

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